martes, mayo 01, 2007

HISTORIAS DE UNA IDA Y UNA VUELTA

Aclaración: Recién vuelvo de Villa General belgrano, así que no se quejen...
El fin de semana capas que suba algun dibujo, mientras tanto lean los capítulos de mi libro :)



HISTORIAS DE UNA IDA Y UNA VUELTA, POR RAMIRO BOLSACHON



CAPITULO 9


Volaba a gran altura, cerca de las Mandolinas Almafuertes.
Allá abajo el Pelado Sin Causa cachetiaba una Mordedura.
Solté un salivazo.
Cayó con estrépito sobre el brillante cranio parapéndico del susodicho Petiso Dulzón.
Me reí.
Me seguí riendo y lo insulté.

Me movía a velocidades espásmicas, así que decidí prender la calefacción estéreo.
Funcionó.
Recorrí varias millas a 17 metros del suelo vomitado.
Cuatro Torontes mas allá descendí 2 metros a causa de la Azulada Paranpolía.
Como ya no tenía Dalmacios para gastar me tiré por la borda.
Procuré caer con gracia sobre un rancho Basurístico.
Lo hice pedazos.
Al rancho y al tipo que dormía profundamente adentro.
Jamás se volvería a despertar el pobre hombre.
Agarré mis fósforos autosuplientes.
Tiré uno y cagué quemando el condenado rancho y al negro Bostúrico que adentro yacía.

Me alejé de la escena del crimen Patasúltico.
Sabía que faltaban algunos kilometrajes para llegar a Sartarian Postre.
Embosqué a un peliagudo campesino.
Lo embutí como si de una chota se tratara.
Le afané la carretilla autopropulsada.
Arranqué.
Me abrí paso entre las caras de horror de distintos campesinos autoforzados.
Quebré unos cuantos cuellos y dos piernas picadas.
Cuando pudieron reaccionar con sus pequeños y ensombrecidos cerebros, yo ya me alejaba haciendo "FUCK YOU" por la colina.

El viento hacía flamiar mis cabellos hermosos.
Me sentía una dulzura empedernida.
Viajé en estado de éxtasis por horas.
Rebané una carroña.
Le pegué con un palo de hierbas a un enano que por ahí pasaba.
Me aferré a la carretilla mientras aumentaba Clásicamente la velocidad.
Casi vuelco al pisar una cabeza peculiarmente puntiaguda.
Knockié de un puñete a una vieja chota.
Tarantié un demonio rosado.
Y Sodomicé una oruga.

Finalmente, luego de sucesos dignos de un verdadero patán, llegué a las puertas de Sartarian Postre.
Me deslicé en mi carretilla robada por la calle principal.
Sabía a donde dirigirme esta vez.
La Arpulleta Destrabada estaría orgullosa de mí.
Lo había logrado, me sentía demasiado orgulloso.
Tanto que partí una cabeza innecesariamente.
Luego me dirigí lentamente a mi destino.

2 comentarios:

Nacho dijo...

Embosqué a un peliagudo campesino.
Lo embutí como si de una chota se tratara.

UAJuajuAJuajuJAUjauJAUJuajUAJuaj

Keep up the slim shit coming, bin of garbage.

Segui haciendo esa mierda delgada, cesto de residuos!

Anónimo dijo...

jajajaja esas historisa.. sisis a imprimirlas y encuadernarlas, no se pueden perder jamas.. jamas


quiero historia de roberto, quiero conocerlo.. por favor... a ese niño que has salvado de las peligrosidades de la calle....

lo tendrias q haber llevado a esa reunion evangelista del cartel, quizas lo ayudaba...




jajaja




como me divierto niño pasch



te quieroo.. sabelo :)



hasta mañana

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