sábado, abril 07, 2007

Motoquero?


Baja resolución, sacada con el cel.
Bue, es lo que hay, estoy de vacaciones :P

miércoles, abril 04, 2007

HISTORIAS DE UNA IDA Y UNA VUELTA

HISTORIAS DE UNA IDA Y UNA VUELTA, POR RAMIRO BOLSACHON



CAPITULO 5


Hacía horas rodantes que caminaba en círculos.
Me encontraba en el medio del desierto.
Habia polvo y suciedad afanosa.

De repente, a lo lejos divisé un sartárico bólido.
Me pareció hermoso.
Por un momento pensé en un Mongol confundido.
No.
Qué soquetes haría un Mongol fuera de Mongolia???.
-Sólo podría estar pastando ravioles, pero en aquél desierto ya nada crecía con soltura-, me respondí para mis adentros.

Volví a centrar mi absoluta atención en el bólido, que ahora se acercaba a una velocidad demencial por la ruta.
Creí haber visto a una mujer.
O un par de anteojos Rayvan demasiado grandes...
No, eran una combinación de ambas.

Frenó a Cagadorches 4 centímetros y medios de mí Parulante persona.
Se bajó.
-Cómo te llamás, tú? sí, tú, la de los anteojos- grité esparódicamente.
Miró con cara de reberberante autoridad y me dijo: -Victoriannn Floriannnng-.
No sólo tenía un nombre extravagante, sino que además poseía mi restaurado Crucerístico "Ford Megane Audi Kangoo".
No lo pude creer.
Quedé como un pelotudo mientras observaba mi auto, hasta que se acercó y me bofetió ponderosamente.
Reaccioné, subimos al auto y nos largamos del desierto, dejando al Mongol, que relamente no estaba allí, con sus ravioles.

Viajamos horas, siempre en círculos, hasta que llegamos a la ciudad.
Sartarinan Postre era su nombre.
Mientras avanzábamos curiosamente por la avenida principal, un aborigen intentó sin éxito babosiarme la oreja.
Con un ágil movimiento, lo esquivé, ya que la suma de los catetos al cuadrado es igual al cuadrado de la hipotenusa al cuadrado, por 4 Radicantes Aspótrusicas.
Le metí una tunda que lo deje dado vuelta, creo que para siempre.
No le quería hacer daño colateral, pero no tuve opción, además se trataba de un aborigen chamuscado, no era la gran cosa.

Victoriannn Floriannng frenó mi/su auto contra un acrónito puesto de manzanas rebanadas.
Bajamos, entramos en un edificio que no era recto y subimos 3 pisos y medio.
Llegamos al departamento de señorita Rayvan.

-Sé que buscás a la Arpulleta Destrabada- Me anticipó paulatinamente.
Antes de que pudiera preguntar siquiera cómo sabía eso, una colosal cantidad de chocolate descendió de un hueco en el cielorraso y me impregnó de su olor dulcicante.
Por alguna extraña razón, me lo temía.
Ella pareció no importarle semejante parafrascadia, porque comentó: -De ahora en más soy tu compañera Cosmitizable, lo quieras o no-.
Yo, con absoluto terror por si cayera otra cantidad de otra cosa en mayor o menor medida y posiblemente desde otra dirección, asentí con un socorriante: -Ok-.
Ese día había sido largo, había caminado mucho tiempo en círculos y mi cuerpo pedía el cambio.
Nos fuimos a dormir temprano, mañana sería un día Ramonético, sin duda alguna.
Vería a la Arpulleta Destrabada.




Desde Villa Gesell ^^

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