miércoles, marzo 28, 2007

HISTORIAS DE UNA IDA Y UNA VUELTA

HISTORIAS DE UNA IDA Y UNA VUELTA, POR RAMIRO BOLSACHON



CAPITULO 4-Parte 2

Me alejé cuanto pude de la escena del crimen.
Nadie había visto todavía el cadáver ensartado sin vida ni gloria, de la vieja chotanca.
Ahora tendría que conseguir el ñoqui en otro lado.
También debería encontrar de forma aberrante a la Ratasúrica Nómada... pero eso vendría luego.

Me dirijí brillantemente a un negocio próximo.
Que oportuno!, vendía Ñoquis de todas las clases.
Entré.
Miré al viejo del portaretratos, que me saludó con una manopla incandescente.
-Dame un ñoqui, viejo!- rugí.
-De que clase?-
Otra vez mi ignorancia sobre el dialecto se hizo presente: -Que querés decir?-
Hoy día todavía me arrepiento de aquella frase.
El viejo comenzó a señalarme.
Yo asustado, manotié el primer ñoqui que vi y me di a la fuga.
Atravesé la puerta trasera de algodón y me perdí en un callejón mojado.

Salí nuevamente a la populacha calle.
Mendrugos transitaban.
Me acerqué lentamente a un Mendrugo, especialmente Transmifiticado.
En susurros me dirijí a éste: -Mendrugo, no sabés donde puedo encontrar a la Ratasúrica Nómada?-
Por un momento pensé que éste iba a entrar en estado de shock, como lo hizo el anterior, pero no sucedió.
En vez de eso, me miró Pataliantemente y simplemente me dijo: -Chupame ésta, la Ratasúrica Nómada esta en Telesta-
Bien, al menos tenía un Transfulgente nombre.
Me dirijí a Telesta, un negocio al final de la calle.

Entré por una abertura hecha con los dientes.
Miré al Paparúlo que estaba en la barra.
Él me miró.
Me quedé como un tarado Narizco durante unos momentos, hasta que alguien me dió un puñete en la nuca, para pedirme permiso.
Me destrabé alegóricamente y avancé.
-Dónde está la Ratasúrica?- le solté.
-Al fondo a la derecha. Agacháte!-
Que me habría querido decir con la última palabra?
Tarde!.
Un sartenazo Mitificado me dio en la capocha, me tambalié y caí.
Me levante rápidamente, para no parecer un pelotudo. De vuelta.
Caminé un trecho hasta el fondo.
No podía recordar.... a la derecha o a la izquierda?
Pero ahí estaba, una rasuradora tormentosa en una mesita a la derecha.
La agarré.
Abrí la puerta de carne.

Por fin, ahí estaba.
El momento había llegado.
Me acerqué sigilosamente, la acaricié.
Poco a poco la fuí rasurando.
Saqué el ñoqui Traslúcido.
Me lo fui comiendo de a poquito, racionándolo para terminar justo con la rasurada cósmica.
Al acabar, me retiré penosamente.
Cerré la puerta de carne y enfilé hacia la salida.

Atravesé nuevamente el agujero hecho con dentelladas y salí a la calle.
Por primera vez desde que salí de mi Morocotósica casa me sentí feliz.
Había cumplido con el desigño de la Pastafrola Robada.
Que aventuras me esperarían ahora?.
sólo la Arpulleta Destrabada tendría la respuesta.




Este post va dedicado a Flor.
Bueno, no hace falta explciar como te sentis ni porque, pero te quiero eu, y cualquier cosa hablame si??
siempre estoy :)

1 comentario:

Nacho dijo...

La pastafrola está orgullosa de vos.

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